Las cuentas privilegiadas son puertas de entrada bien conocidas para posibles amenazas a la seguridad. Sin embargo, muchas organizaciones se centran únicamente en gestionar el acceso privilegiado, en lugar de proteger las cuentas y los usuarios a los que se les confía. Este énfasis quizás se deba a los desafíos persistentes de las implementaciones de Privileged Access Management (PAM). Sin embargo, a medida que evoluciona el panorama de amenazas, también deben hacerlo las prioridades organizacionales. Para evitar que la confianza se convierta en una carga, el siguiente paso para asegurar el acceso privilegiado debe convertirse en un foco crítico.
En este blog, exploramos por qué la administración del acceso privilegiado por sí sola es insuficiente y brindamos información práctica para ayudarlo a diseñar una estrategia de acceso privilegiado que priorice la seguridad.
La evolución de PAM
La gestión de acceso privilegiado (PAM) ha sido durante mucho tiempo la piedra angular para proteger a los usuarios privilegiados y los recursos críticos de una organización. El objetivo principal de PAM es controlar, monitorear y salvaguardar cuentas privilegiadas, que a menudo tienen acceso elevado a sistemas y datos críticos. Estas cuentas, normalmente en manos de administradores, actúan como claves para los activos más valiosos de una organización. Una gestión adecuada es esencial para prevenir el acceso no autorizado, las filtraciones de datos y las amenazas internas.
Con el tiempo, PAM ha evolucionado hasta convertirse en una solución sofisticada, que se integra con herramientas de seguridad más amplias y ofrece funciones como flujos de trabajo automatizados, almacenamiento de contraseñas, monitoreo de sesiones y detección de amenazas. Esta evolución responde a las crecientes demandas regulatorias, ecosistemas de TI cada vez más complejos y la creciente prevalencia de ciberataques avanzados.
A pesar de sus avances, PAM enfrenta limitaciones que obstaculizan su capacidad para abordar de manera integral las amenazas de seguridad modernas.
Por qué gestionar el acceso privilegiado no es suficiente
A medida que las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas, depender únicamente de PAM para proteger cuentas privilegiadas resulta inadecuado. Los sistemas PAM tradicionales se centran en controlar y monitorear el acceso, pero a menudo no abordan tácticas avanzadas como el movimiento lateral, el robo de credenciales y la escalada de privilegios. Estas tácticas pueden eludir muchas de las salvaguardas que implementa PAM.
Las organizaciones deben pasar de gestionar el acceso a proteger ellas mismas las cuentas privilegiadas. Esta transición requiere visibilidad integral, monitoreo continuo, controles de acceso basados en riesgos y respuesta a amenazas en tiempo real.
Aunque las soluciones PAM abordan problemas como las vulnerabilidades de las contraseñas y la mala gestión del acceso, a menudo tienen problemas con amenazas persistentes avanzadas (APT) y ataques de día cero. Al mejorar PAM con medidas de seguridad sólidas en cada etapa, las organizaciones pueden cerrar brechas críticas y proteger sistemas sensibles de adversarios cada vez más sofisticados.
Aplicación de la ley en tiempo real: el futuro de la seguridad del acceso privilegiado
Un enfoque de acceso privilegiado que prioriza la seguridad se extiende más allá de las limitaciones tradicionales de PAM y se centra en la protección proactiva en lugar de la gestión reactiva. Al aprovechar el monitoreo continuo, la detección automatizada y las respuestas en tiempo real, las organizaciones pueden abordar de manera efectiva desafíos como los flujos de trabajo manuales, la visibilidad limitada de las amenazas y la aplicación inconsistente de políticas.
Este enfoque no sólo mitiga los ataques avanzados como el robo de credenciales y el movimiento lateral, sino que también garantiza que las cuentas privilegiadas estén protegidas activamente.
Características clave de una estrategia de acceso seguro y privilegiado
Para crear una estrategia sólida de acceso privilegiado, considere soluciones que brinden las siguientes capacidades:
- Descubrimiento y Clasificación de Cuentas Privilegiadas
- La automatización de la detección y clasificación de cuentas privilegiadas garantiza una visibilidad y un seguimiento integrales. También ayuda a identificar cuentas habituales que se utilizan indebidamente para tareas privilegiadas, lo que permite una intervención oportuna.
- Aplicación de controles de seguridad
- La aplicación de controles de seguridad sólidos, como la autenticación multifactor (MFA) y restricciones de acceso, evita el acceso no autorizado y mejora la seguridad de las cuentas privilegiadas.
- Monitoreo en tiempo real
- El monitoreo continuo de la actividad privilegiada permite la detección inmediata de anomalías y una respuesta rápida a comportamientos sospechosos, deteniendo las infracciones antes de que se intensifiquen.
- Políticas de acceso por tiempo limitado
- La implementación de privilegios cero (ZSP) y acceso justo a tiempo (JIT) garantiza que los privilegios se otorguen solo cuando sea necesario, minimizando los riesgos de acceso persistente y reduciendo la superficie de ataque.
Una mentalidad que prioriza la seguridad para el acceso privilegiado
Las organizaciones deben pasar de gestionar el acceso a priorizar la seguridad mediante la adopción de medidas proactivas y de aplicación de la ley en tiempo real. Estrategias como la supervisión continua, los controles automatizados y las políticas de acceso urgentes reducen el riesgo y cierran las brechas de seguridad, creando un entorno más seguro y resistente.
Al poner la seguridad a la vanguardia de las estrategias de acceso privilegiado, las organizaciones pueden proteger mejor sus activos críticos y crear defensas contra las amenazas actuales en constante evolución. Obtenga más información sobre cómo Silverfort puede ayudarle.