La frecuencia y la sofisticación de los ciberataques modernos están aumentando, lo que hace que sea cada vez más difícil para las organizaciones proteger los datos confidenciales y la infraestructura crítica. Cuando los atacantes comprometen una identidad no humana (NHI), pueden explotarla rápidamente para moverse lateralmente entre sistemas, identificando vulnerabilidades y comprometiendo NHI adicionales en minutos. Si bien las organizaciones suelen tardar meses en detectar y contener dichas infracciones, la detección y respuesta rápidas pueden detener un ataque en seco.
El auge de las identidades no humanas en la ciberseguridad
Para 2025, las identidades no humanas se convertirán en el principal vector de ataque en ciberseguridad. A medida que las empresas automatizan cada vez más procesos y adoptan tecnologías de IA e IoT, el número de NHI crece exponencialmente. Si bien estos sistemas impulsan la eficiencia, también crean una superficie de ataque ampliada para los ciberdelincuentes.
Los NHI se diferencian fundamentalmente de los usuarios humanos, lo que hace que las herramientas de seguridad tradicionales, como la autenticación multifactor y el análisis del comportamiento del usuario, sean menos efectivas. Los atacantes pueden hacerse pasar por NHI, obtener acceso no autorizado a los sistemas y eludir las defensas convencionales. Además, los propios modelos de IA se están convirtiendo en objetivos de manipulación, lo que permite a los atacantes engañar a los mecanismos de detección. Con su escalabilidad y eficiencia, los NHI permiten a actores maliciosos orquestar infracciones a gran escala, explotar API y lanzar sofisticados ataques a la cadena de suministro.
Presentamos el NHIDR
Reconociendo los desafíos únicos que plantean los NHI, Entro desarrolló Detección y respuesta de identidades no humanas (NHIDR) para abordar esta brecha de seguridad crítica. NHIDR permite a las organizaciones identificar y mitigar de forma proactiva los riesgos asociados con identidades no humanas mediante el análisis de su comportamiento y la detección de anomalías en tiempo real.
El núcleo del NHIDR es su capacidad para establecer modelos de comportamiento de referencia para cada NHI utilizando datos históricos. Esto elimina la necesidad de “tiempos de inmersión” o períodos de observación prolongados, accediendo a los datos que necesita de inmediato. Una vez que se establecen estas líneas de base, el NHIDR monitorea continuamente los NHI, identificando desviaciones que indican mal uso, abuso o compromiso. A diferencia de los métodos estáticos basados en inventarios, NHIDR garantiza una vigilancia constante con análisis dinámicos en tiempo real.
Detección en tiempo real y respuesta automatizada
Imagine este escenario: un ciberdelincuente en otro país intenta acceder a secretos confidenciales almacenados en su sistema. NHIDR detecta la actividad no autorizada al instante, señala la anomalía e inicia una respuesta automatizada. Esto podría implicar revocar tokens de acceso, rotar credenciales o aislar la identidad comprometida. Al mismo tiempo, NHIDR alerta a su equipo de seguridad, permitiéndoles tomar medidas rápidas e informadas.
Esta capacidad proactiva es vital para abordar las amenazas del día 0: ataques que surgen antes de que los equipos de seguridad tengan tiempo de reaccionar. Al automatizar el proceso de respuesta, NHIDR no solo contiene las amenazas más rápidamente, sino que también reduce la carga de trabajo manual de los equipos de seguridad, permitiéndoles centrarse en iniciativas estratégicas en lugar de combatir incendios.
Seguridad proactiva para una nueva era
NHIDR representa un cambio de paradigma de la seguridad reactiva a la proactiva. Al monitorear y analizar continuamente los NHI y los secretos, garantiza que las organizaciones puedan prevenir violaciones antes de que ocurran. Los procesos de corrección automatizados, como la revocación de tokens comprometidos, minimizan el tiempo de inactividad y mejoran la postura general de seguridad.
Conclusión
La tecnología NHIDR está revolucionando la ciberseguridad al proporcionar detección en tiempo real, respuestas automatizadas y un enfoque proactivo para proteger identidades no humanas. Con NHIDR, las organizaciones pueden salvaguardar sus activos, mantener el cumplimiento y mantenerse a la vanguardia del panorama de amenazas, porque cuando se trata de proteger sistemas críticos, la defensa proactiva es esencial.